Nunca fuiste inocente,
inocente te hago yo.
Esparzo de tus caminos
rescoldo ceniza y polvo,
escoria y residuo escobo,
que estela tras tus pies.
En tu defensa,
en pasos te exculpa
mi propio abogado,
¡Culpables son agua y tierra!
que tanto espacio entre dos.
Nunca fuiste inocente,
inocente te hice yo.
Atravesaba
a fusta, cuchillo y sable,
paredes de tu carne,
de tus entrañas
… ver correr sangre,
con ella escribieses
perdón.
Te sentaba en el patíbulo
por la más cruel pena
orando,
y…
quien lloraba suplicante,
quien mientras mataba,
moría!
quien negaba y antifaces
tejía,
quien gritaba ¡ Sí!…
cuando No,
era yo.
Nunca serás inocente,
lo peor…
tampoco yo.
Hoy…
ya no siento dolor,
a la par que lo digo
muero,
este… dolor…
profundo y terco dolor.
Solo tu
puedes decir mía,
mío, digo yo,
dos adictos,
nosotros
nuestra adicción,
sin duda, mi vida,
amor,
seguro
al ciento por ciento…
perversión.
*Perversión.-JOff