Simplemente, una historia

Más de medio siglo

me precede,

y una dulce cosecha

recogida hace ya sus años,

que fértil y frondosa,

recogió la suya propia.

Es todo lo que quedará

de mi,

todo lo que me acompaña,

soy barco anclado

a la raíz de esos frutos.

Cada mañana recojo

las ganas de vida

y las guardo

en ánforas de barro,

brilla tanto en su noche

mi barco…

que ensombrece a Sirius,

durante el día se acopla

al sol,

sobre el océano

alargando sus rayos.

Mi barco se balancea

y baña en su luz

dos océanos,

mas siempre permanece

en un mismo punto.

En su exterior

todo resulta hostil,

en noches sin luna,

hay almas que se arrojan

por los acantilados

en busca de abordar

los barcos,

tiburones de membrana

vacía,

sin corazón

y sonrisas de hiena,

sin piedad, los rodean,

mas rehuyen mi barca,

su luz los refleja,

en sus carcasas vacuas.

De cuando en cuando

lanzo ánforas al mar

y este luce salpicado de

estrellas,

si algún marino logra pescar

alguna,

regresa ávido a tierra

navegando sobre su propia

lágrima,

va en busca de su amor,

de su familia,

o de quien le quiera .

Mi dulce y pequeño cascarón

repleto de historias,

regala su luz,

mientras en su mismo punto

mece quedo su vaivén…

y la soledad de esta marina

sin puerto.

*Simplemente,

una historia.-JOff

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