Todos se marcharon,
todo se fue…
él, se fue.
El suelo no guardaba
ni signo, ni… marca,
las sillas escondían el cuerpo bajo la mesa,
y lucían altivas los reposa espaldas.
Correteaba el largo pasillo
un gemido intenso,
que, de cuando en cuando
levantaba mi falda.
Las arañas somnolientas,
colgaban del techo apagadas,
una ráfaga de ecos,
en canto espectral
me gritaban…
Vete!,
que haces aún aquí?
ya todos se han ido,
todo se ha marchado,
él se fue.
Vete!, sola,
estás sola.
Pero mis ojos enloquecidos escudriñaban la casa,
mientras mis piernas se convertian en piedra,
mis brazos eran viga,
columna… mi cuerpo.
Y así de pie,
en la soledad
solemne del muerto,
juega mi corazón en la fría arena del subsuelo,
y así, sin lágrimas,
sin prisa, sin vida…
soy nuestra casa,
y te espero.
*Casa de Piedra. -JOff
que bonito👌!!
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