Tú,
muro de contar,
jugador y escondite.
La cuenta la lleva un viento
sin relevo,
y vas encontrándote contigo,
te recibes en la carcajada de
agua que te huye,
dejando tras si,
aroma a piel de madre.
Te coges de una mano
mientras vuelas junto
a la otra,
que a dos vueltas…
encierra un corazón
enamorado.
Caes sobre una cuerda,
te deslizas,
ya tus manos
dos cometas volando,
despues tres…
cuatro,
o tal vez…
la tuya misma solo,
y ries, y lloras.
De nuevo te pierdes,
corres y a tu encuentro,
tú y tu una otra,
y la peinas,
el pelo tras la nunca,
más grandes las orejas,
arrugas,
te saludan al despejo.
te sonríen,
ojeras con aprecio.
Te encuentras con todas,
y a todas salvaste,
por ti,
y por todas tus contigo.
Ya todas jugaron,
salieron de su escondite,
solo queda una,
no te la encuentras,
aún no estás en el juego.
Llegarás,
será en un poco,
solo un poco más tarde,
en un suspiro solo.
Mientras…
el viento seguirá contando
a voz el tiempo,
uno!, tan rápido…
dos!, tan corto,
tres!, tan… fugaz…
Quien no se haya
encontrado tiempo ha
tenido…
y el que no,
tarde o temprano,
… a su tiempo.
*Etapas.-JOff