Vi como una estrella,
rauda, arañaba el cielo,
(…que pocos la sorprendan)
Busqué una cicatriz
en la piel oscura
de la noche sirena,
esta me mostró
tronco y cabeza,
ocultó su cola.
Sobre el terco manto,
ni herida, ni estela,
tan solo un canto
pretendiéndo serpentear
mis oídos,
se aproximó y distinguí su
idioma,
cantaba sueños endulzados
de miel y quimeras.
Apuntados por dos rayos,
desvanecen la noche
mis ojos.
Abro la mirada,
golpea las nubes,
de pez… una gran cola,
estas se dispersan y andan.
Entre medio, el cielo,
su piel a cicatrices.
Apuntalan mis oídos
notas de una música,
que se aleja, se aleja…
aleja…
Que se aleje, que se aleje.
Sé que sanará el cielo,
tan seguro,
como que sola,
con mis manos solas,
lidio días solitarios.
Tan segura,
como que la tierra dibuja
mis suelas,
como que mi sueño, sueños,
que a mi fuerza y lucha
destino.
Segura…
como que cantinelas no me
hacen oído,
ni en las noches de sirena.
*Noche Sirena. -JOff