Siempre tuve tus razones
pero quise más.
Desperté al amanecer
y el hálito de tu aliento
arrastraba un iceberg,
que rasgó a filamento
de carámbano mi armadura.
Tú habías partido,
yo embarqué sobre ese hielo.
Perforé razones,
até a mí vida una última,
ahora yace a mi lado.
Varada en lo más profundo,
te recuerdo y añoro.
La canción del mar,
una nana que deshará memorias,
canta su letra, a un náufrago de vida,
y a una loca suicidante de razones.
Hoy nos llora, todo un océano.
*Razón de peso.-JOff