Se me hunde un hombre,
y la noche, de ojos.
Se me hunde desde la frente,
se me cruza entre los párpados.
Como los gatos tuertos en vigilia,
la noche dentro de una noche,
y la misma, como si de un día claro.
Maúllan rincones de arcoíris,
laberintos incoloros y negras criptas.
En el desván de las playas vacías,
bailan con caracolas, y de estas…
aguas tibias, glaciares en deshielo
que olas de lava a mi orilla.
Lo pido a mi abrazo eterno,
se me clava en cientos de astillas,
que ni duda, ni miedo,
es solo,
que en los silencios de luna,
de fiesta un soldado,
el corazón en corneta,
tocando a desvelo, al enamorado.
*…noche de ojos.- JOff