He cerrado el día de mi cuento,
sobre el estante se pierde entre
la historia expirada.
Se abre el poema de mi noche,
en el verso no se cuantos,
en la exacta rima,
en el ritmo interno
que altera mi latido.
Me recita tus besos,
se reescribe en mi piel
centímetro a milímetro.
Añade una estrofa,
se sonroja la luna niña.
Y yo…
te leo en un susurro,
y en voz alta,
y en un eco de bises,
hasta que el sol irrumpe
con el mismo principio,
en un cuento nuevo.
Y quedo al día,
a la noche, mente y cuerpo,
del poema inconcluso… al anhelo.
Letras de piel.- JOff