El tiempo, tan cercano…
como la mano frotando los ojos,
en el incrédulo paso de los años.
Aún prenden de los cabellos,
caracolas del primer verano,
la arena dorada adherida,
a los diminutos pies descalzos.
Y la tiara de campanulas azules,
la lisa y blanca frente coronando.
La lágrima tibia,
humedeciendo vestidos estampados,
jerséis de angora, chaquetas de regio tweet,
en el tiempo ordinario,
en la oquedad del pecho
por el desierto camino de pasos,
de los que su tránsito agotaron.
La lágrima incendiaria de rabias e impotencias,
la de fuego que prendió ausencias,
y en su sentir, el corazón estepario,
la que aun gotea, en el recuerdo amargo.
La sonrisa tonta,
de primaveras de besos robados,
la gran sonrisa iluminaria
que alumbró el compromiso de dos seres,
que al abrazo de una sola vida se entregaron.
La sonrisa eterna a la sangre,
que de la propia carne en el más puro amor,
siempre bajo su amparo.
Corrieron días,
algunos, entre dedos resbalaron,
sin muestra ni señal,
otros pasaron de largo.
Reo de un tiempo sin piernas,
que al sosiego de un de vez en cuando…
lúcido el gran vuelo, la gran zancada,
que solo confirman los calendarios.
*…sobre las alas del tiempo.-JOff
Hola hermanita, no sé porqué no sale mi nombre al comentar. Sigo tus escritos.
Me había registrado en tus seguidores de este blog, al parecer debo introducir mi nombre siempre en cada comentario.
Disculpa por favor. Un abrazo!
Nancy.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Podría vd. Identificarse?
Me gustaMe gusta
Le importaría a vd. Identificarse?.
Me gustaMe gusta
Yo sólo quise las alas del viento, para llegar a ti antes un pasara el tiempo.
A veces siento el viento y me dice que te ha llevado mis te quiero, más el tiempo sigue pasando aunque no se deja ver.
Y mientras pasa, sigo aquí, leyendo cada maravilla que marcas con tu pluma.
Saludos poeta.
Me gustaMe gusta