ese no se que,
que ablanda y mece.
Un que se yo de ojos nadando,
hacia fondos de mohair cálido,
donde se resucitan al calor
mausoleos,
se derriten muros,
tan vivo!, nítido,
deambula el recuerdo.
Un no se como,
bucear sin aire,
fondeando a respirar puro.
A plena luz,
resaltado por un haz,
cada plano.
Mas el día continúa nublado,
y su gris salpicado,
a veces, de sonrisas llorando,
otras, de un compungido llanto,
encogido en un minúsculo rincón,
donde confinado, acumulado de tanto,
agrieta paredes.
Desborda y derrama,
mar de ardiente llama,
donde la prendida lágrima,
cada gota, beso de agua.
Anegado el sentimiento,
se deja flotar sobre ceniza.
Liberado,
atisba en una grieta alba,
azul el cielo,
nubes de ámbar.
Sutil amarillo,
mas un resplandor,
el rayo que se clava en el espíritu.
Días de ceniza.- JOff
MUY BUENO.
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