Ácimo Amor,
mendigo arrastrado,
jirones los harapos.
Moho las paredes,
tajo en el lecho.
Dónde me hallo?
Tejiendo palabras,
la voz ausente.
Boca seca,
amargo centeno.
Dónde me hallo?
Me voy, me voy.
Esa incesante lluvia,
invierno sin puerta,
quebrantando huesos.
En qué quedaste,
mundo de terciopelo?.
No me hallo.
Dedos de seda y raso?,
Cinco erizos,
las manos de cuero.
Esteras, la piel del cuerpo.
Mejor… me voy.
Se silenció el silencio,
clepsidra que mojó el fuego,
llegó la hora.
Según el favor del viento,
profano o Santo.
Fuga sin retorno.
Me voy…
ya me estoy yendo.
Fasta hora.- JOff
Se engarzan las palabras como cuentas de collar o como balas. Escribes tan directo al corazón que este se abraza al poema y en él se me quedó. Es conmovedor
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Precioso como todo lo que escribes
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