Le puse tu nombre a mi posibilidad,
tus manos a mi cintura
tus ojos a mi mirada.
Puse tus pies en mis pasos,
tu baile en mi música.
Puse, tu corazón en mis entrañas,
tu Alma en mi cuerpo,
tu sangre a regar,
mis venas secas acartonadas.
Te puse en mi lugar
me aprendiste,
te me di, te me diste.
Mi posibilidad posible,
un día me pusiste,
un adiós en las manos.
Se te olvidó, devolver mi espacio,
te fuiste con él, ahora no lo hallo.
Vago por mi misma,
me reconstruye el recuerdo,
y la duda, de un tal vez…
darme tanto fuera malo.
Mas, cuando se distrae el dolor,
en mi escasa sensatez,
pienso que en el amor,
nada es demasiado.
Sin identidad volverá,
mi posibilidad a nacer,
y por siempre otro pedacito de mi,
llevaré, con un nombre firmado.

Pedacitos firmados.- Juliet Offenbach