Camino hacia el patíbulo del olvido,
amordazados,
ciegos por lágrimas en ácido.
Catatónicos, forzados pasos
sobre la vida forjada
que no se presta a una nueva forma.
Férrea y obstinada… ni a un solo pliegue.
Se niega a sufragar daños
de una burda desconexión,
maniobra de un destino
que nos puso frente a frente,
y nos latió la vida en un solo corazón.
La razón nos apunta, de muerte amenaza.
Acaso no sea muerte, una vida yerta?
Morir, o dejarnos morir…
agonizar el camino, morir…
No sostiene ya este trote de latidos,
un solo corazón para dos repartido.
Rebelión, o sumisión… doblarán campanas.
Nosotros sin nosotros.- Juliet Offenbach